Mi nave se averió justo antes de llegar a mi destino, por lo que precisaré caminar el resto del trayecto.
Caí cerca de una gran construcción arquitectónica hecha, de seguro, por terrícolas. Se me acercó un homínido y me contó la historia del edificio. Su nombre completo es Santuario de la Virgen de Lo Vásquez, en honor a la Inmaculada de Concepción. Me dijo que se ubicaba a unos 34 kilómetros al este de mi destino: Valparaíso, por lo que sabía que me esperaba un largo trecho sin transporte. Me ofreció una hogaza de pan llamada "marraqueta" y una infusión extraña de hierbas aromáticas. Ahí me habló acerca de la historia del edificio. En su planeta, éste sirve para acoger divinidades católicas y fue construido en 1849, aunque ha tenido distintas remodelaciones desde su apertura, debido a diversas ampliaciones e incluso terremotos que han botado fachadas. Me contó también que el Santuario recibe numerosos fieles todas las semanas pero que durante el 8 de diciembre es cuando más afluencia de público llega peregrinando tanto de Santiago como Valparaíso a fin de cumplir algo que él llamó "mandas". Dice ser un espectáculo tremendo.
Le agradecí por la comida y me alejé a paso raudo y constante a mi próximo destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario